miércoles, 16 de abril de 2014

Las sociedades son el reflejo de sus ciudadanos

"¿Queremos cambiar nuestro entorno?  comencemos por cambiar nosotros mismos!"
Lo que hoy nos parece bien mañana puede parecernos no tan bien, o mal quizás, debido al cambio que sufren nuestros valores a medida que evolucionamos, esto no es malo, es la consecuencia lógica de evolucionar.

El ver las cosas casi de la misma manera a pesar de transcurrir años de vida, es sinónimo de pocos cambios o poca evolución en nuestra vida, significa no aportar nuevos enfoques, no emprender investigaciones sobre lo que ya conocemos, hay un universo inmenso de conceptos, de preceptos, definiciones, historia, costumbres, mitos y experiencias, diferentes a lo que creemos conocer, que sin penetrar un poco en ellos nunca sabremos de lo que nos estamos perdiendo.

Hago una sana invitación a ampliar nuestro círculo de influencia, de estudio, de amistades, de lectura, de actividades, el desarrollo de la sociedad depende del desarrollo de sus ciudadanos y hay varios tipos de desarrollo:

Desarrollo puramente material sin intelectualidad, sin espiritualidad y sin sensibilidad humana, ese es el desarrollo más dañino que es el que se aprecia mayoritariamente hoy día.

Desarrollo intelectual con poco desarrollo comercial y espiritual, son sociedades también incompletas, muy bohemias.

Desarrollo altamente espiritual, donde la interacción con otras sociedades se pierde y hay casi cero intercambio comercial e intelectual, tipo la cultura tibetana de algunos años atrás.

Busquemos desarrollarnos integralmente y ser sociables sin temor a interactuar con nuestros opuestos, nuestra sociedad necesita del aporte de todos para progresar y salir del estancamiento integral en el que hemos caido.

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